En todos los
casos, las prácticas de la enseñanza no pueden ser analizadas, reconocidas o
reconstruidas a partir principalmente del buen uso que se haga o no de las
tecnologías. Estas se hallan implicadas en las propuestas didácticas y, por
tanto, en las maneras en que se promueve la reflexión en el aula se abre un
espacio comunicacional que permite la construcción del conocimiento y se genera
un ámbito de respeto y ayuda frente a los difíciles y complejos problemas de
enseñar y aprender. (Litwin, 2005, p.34)
¿Qué herramienta 2.0 de las que
conoces hasta ahora crees que puede aportar más a la enseñanza de segundas
lenguas y por qué? Si has utilizado alguna de ellas, explica cómo (ha sido como
alumno o como profesor) y si ha resultado positiva la experiencia.
En primer lugar, estoy de acuerdo
con algunos de mis compañeros al aseverar que no hay una herramienta 2.0 que le
pueda aportar en mayor o medida al aprendizaje de lenguas extranjeras porque
esto depende de muchos factores, tales como: la edad, el nivel de proficiencia,
el contexto de enseñanza-aprendizaje, los estilos cognitivos y los estilos de
aprendizaje de los estudiantes, entre otros.
Por otra parte, considero que hay herramientas
que puede ser más útiles que otras para desarrollar ciertas destrezas de la
lengua meta, todo depende de nuestros propósitos educativos y de nuestro análisis
en la rentabilidad de estas herramientas en un aula de ELE.
Ahora bien, como docente de
español como lengua extranjera, desde hace un par de años empecé a usar la Web
2.0 con fines académicos. Comencé con la exploración de muchas herramientas que
han sido creadas por otros docentes y que presentan ideas muy creativas, recursos
y actividades que me han servido en mis clases. Luego, me arriesgué y decidí trabajar
con Youtube, Webquest, y Google Drive.
En particular, uso con más
frecuencia Youtube pues es una herramienta llena de posibilidades que permite
trabajar todas las destrezas, es conocida por todos y es de fácil acceso. Por
su parte, las Webquest me han permitido
promover la autonomía de los aprendientes y realizar proyectos muy interesantes
como la creación de portafolios virtuales. Google Drive la utilizo para que los
estudiantes compartan las respuestas de los ejercicios que deben resolver en
casa y, por lo general, promuevo la retroalimentación grupal. Además, promuevo
la creación de un diccionario por niveles donde les enseño diferentes estrategias
para agrupar las palabras nuevas y ampliar su vocabulario y por supuesto es el espacio idóneo para trabajar la escritura.
Reconozco que todavía me falta
mucho camino por recorrer y muchas herramientas por explorar. Ahora que veo los
blogs que han publicado mis compañeros, me he enterado de muchos recursos que
no conocía y creo que este espacio para compartir, nos abre muchas posibilidades
para seguir descubriendo el maravilloso mundo de la tecnología.
Con todo esto, me queda claro que
mis estudiantes y yo necesitamos ser alfabetizados digital e informacionalmente y que es necsario incorporar estrategias innovadoras mediante una cultura de
experimentación, reflexión y entretenimiento educativo a través de las
herramientas tecnológicas.
Referencias bibliográficas:
Litwin, E. (2005). La tecnología educativa en el debate
didáctico contemporáneo. En E. Litwin (Comp.), Tecnologías educativas en
tiempos de Internet (pp. 13-34). Buenos
Aires: Amorrortu.